domingo, 2 de marzo de 2014

Humo gris entre los primeros rayos de sol

Y ahí estoy yo, mirando desde mi ventana como el sol se encuentra indeciso por avanzar, al igual que yo. Cualquier amanecer me resulta vacío ya sino estas tú, sino rozan nuestros pies, nuestros labios...
Por mucho que me joda, hoy volví a soñar contigo, con nosotros, actores de grandes escenas a partir de elementos mundanos que ni siquiera eran conscientes de lo que estaban creando esa noche.
El tiempo ya no cumple bien su función, a pesar de los meses que han pasado ya, el mismo vacio desalentador me mata por dentro si me levanto sobresaltado y veo que tu no estás a mi lado, que mi mente fue la que esta noche decidió imaginarte sentada a mi lado, clavandome esa mirada que me hacia ver todo lo demás en segundo plano, como el paisaje desenfocado que se observa tras un gran monumento.
El sol ya está saliendo y ya no sé como hacerle retroceder, ya no sé como recuperar todas las noches que he pasado sin ti, son muchas ya...tantas, que el sol ya perdió la cuenta al igual que yo.
Esta noche me he dado cuenta de que quizás el sol y yo no seamos tan diferentes a simple vista, los dos necesitamos una luna que llene nuestros dias, sin embargo, ninguno de los dos podemos compartir un momento con ella, necesitamos salir cuando ella ya no esté, simplemente para avanzar, para empezar un nuevo día. Si el sol es capaz de relucir cada mañana sin la luna, me pregunto por qué yo no...porque yo no puedo amanecer cada mañana sin pensar en qué hizo la luna anoche.
Cobarde es como me siento ahora, cobarde por soñar contigo, por ver tu sonrisa blanca y tus ojos negros por última vez y sin que tu lo sepas.
El sol ya amaneció, pero yo sigo aqui, intentando desahogarme, intentando cubrir este vacío llamado insomnio. Los momentos no son para siempre, ojalá pienso, pude luchar por ti en su momento y no lo hice. Ahora ese error me golpea sol tras sol, luna tras luna, imaginando qué seria de ti y de mi, si nuestros labios se unieran por última vez, si mi cama ya no estuviera vacía sin ti.
El humo sigue dibujando formas desde el cenicero, bailando entre la brisa que entra desde mi ventana, en esta mañana de marzo que no estará orgullosa nunca de como empezó, sentado ante una pantalla..
Incluso el cigarro se resiste más que yo, no se da por muerto, por acabado, sigue luchando por revivir la llama que de la misma manera que una vez lo encendió tambien lo hizo consumirse lentamente hasta la muerte.

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