miércoles, 20 de agosto de 2014

Me pregunto si esta noche estaré "inspirado", pero quizás eso de la inspiración no sea mas que una excusa de aquellos que no saben qué decir. Yo sí sé qué decir siempre, excepto cuando me miras así...me haces sentirme indefenso, solo tú, puta diosa, solo tú sabes debilitarme con solo ver mi reflejo en tus ojos.
O me follas o me fallas, pero las dos a la vez no, o harás que piense que estoy perdiendo la puta cabeza, aunque un par de caladas más y acabo sientiendo lástima por aquellos que nunca mordieron a la dulce locura.
Ahora la pregunta es otra, quién coño no está loco en esta jungla, si nos hemos vuelto adictos a un juego que acabarà consumiendonos, tu juegas a hacerte la dormida mientras te muerdo la nuca y yo juego a creer que nunca me has importado. La gente pagaría lo que no te imaginas por pasar las noches que pasamos tú y yo, las lunas que vimos cambiarse por el sol, y mientras nosotros sin un euro pero sintiendonos ricos solo por estar otra vez perdidos los dos.
Has jodido el último de buenas noches, porque hace tiempo que dejó de mercerse ese nombre, no han pasado ni tres segundos de haberlo apagado en el cenicero y ya estoy deseando vencer al insomnio solo por no acabar escribiendote a ti estas cosas, tu que quizás seas eso que hace unas cuantas líneas atras llame inspiración, tú, mi musa salvaje y libre que hiciste de mi otro hombre, dócil y encarcelado, esclavo de que me atrapes entre esas piernas, con tus peligrosas y jodidamente preciosas redes con forma de labios y sabor a hachís. Quizás me este volviendo loco sí, total, el que no lo está ya quizás acabe conociéndote...

domingo, 2 de marzo de 2014

Humo gris entre los primeros rayos de sol

Y ahí estoy yo, mirando desde mi ventana como el sol se encuentra indeciso por avanzar, al igual que yo. Cualquier amanecer me resulta vacío ya sino estas tú, sino rozan nuestros pies, nuestros labios...
Por mucho que me joda, hoy volví a soñar contigo, con nosotros, actores de grandes escenas a partir de elementos mundanos que ni siquiera eran conscientes de lo que estaban creando esa noche.
El tiempo ya no cumple bien su función, a pesar de los meses que han pasado ya, el mismo vacio desalentador me mata por dentro si me levanto sobresaltado y veo que tu no estás a mi lado, que mi mente fue la que esta noche decidió imaginarte sentada a mi lado, clavandome esa mirada que me hacia ver todo lo demás en segundo plano, como el paisaje desenfocado que se observa tras un gran monumento.
El sol ya está saliendo y ya no sé como hacerle retroceder, ya no sé como recuperar todas las noches que he pasado sin ti, son muchas ya...tantas, que el sol ya perdió la cuenta al igual que yo.
Esta noche me he dado cuenta de que quizás el sol y yo no seamos tan diferentes a simple vista, los dos necesitamos una luna que llene nuestros dias, sin embargo, ninguno de los dos podemos compartir un momento con ella, necesitamos salir cuando ella ya no esté, simplemente para avanzar, para empezar un nuevo día. Si el sol es capaz de relucir cada mañana sin la luna, me pregunto por qué yo no...porque yo no puedo amanecer cada mañana sin pensar en qué hizo la luna anoche.
Cobarde es como me siento ahora, cobarde por soñar contigo, por ver tu sonrisa blanca y tus ojos negros por última vez y sin que tu lo sepas.
El sol ya amaneció, pero yo sigo aqui, intentando desahogarme, intentando cubrir este vacío llamado insomnio. Los momentos no son para siempre, ojalá pienso, pude luchar por ti en su momento y no lo hice. Ahora ese error me golpea sol tras sol, luna tras luna, imaginando qué seria de ti y de mi, si nuestros labios se unieran por última vez, si mi cama ya no estuviera vacía sin ti.
El humo sigue dibujando formas desde el cenicero, bailando entre la brisa que entra desde mi ventana, en esta mañana de marzo que no estará orgullosa nunca de como empezó, sentado ante una pantalla..
Incluso el cigarro se resiste más que yo, no se da por muerto, por acabado, sigue luchando por revivir la llama que de la misma manera que una vez lo encendió tambien lo hizo consumirse lentamente hasta la muerte.

miércoles, 22 de enero de 2014

Orgullo y rabia.

A veces me pierdo pensando en si hice lo correcto, si actué como debía contigo...y es que por un lado pensé en dejar todo lo que tenia en ese momento y buscarte, y besarte, y susurrarte al oído que te quedaras conmigo esa noche y fueramos testigos de como moría el orgullo entre caricias, entre abrazos, entre sábanas...Pero para mi mala suerte, siempre existe el otro lado, por el cual te imaginaba por un segundo con él y desde lo más dentro de mí, emergía la rabia de haberte dejado escapar, todo por haber actuado correctamente. "Menudo idiota fuiste" me digo a mí mismo, ¿Quién posee la divina responsabilidad de juzgar lo que está bien y lo que no? ¿Quien se atreve a decirme ahora que nuestros labios no se consumian lentamente en cada beso? ¿Quien cuestiona si aquella tarde en la que te dormiste en mi pecho yo también soñé sin estar dormido? Quizás sean demasiadas preguntas las que vagan libremente por mi cabeza o quizas no sean tantas, pero sí es demasiado tarde como para que estas preguntas despierten en mi la misma emoción que despertabas tú cuando te veía bajar del tren, con esos ojos negros buscandome entre la multitud, con esa mirada que me hipnotizaba completamente y me hacía dócil e indefenso ante tu boca de cristal. Te busqué en otros labios y no te encontré, iluso de mí...que pensé que podia remplazarte por una cualquiera y acabé dandome cuenta de que era imposible, de que ninguna puede hacerte sombra, de que no quiero perderme por las calles de Madrid sino te tengo entre mis brazos.

martes, 29 de octubre de 2013

Nuestros nombres en aquel banco de Madrid



Las personas cambian,.... quien sabe si para mejor o para peor pero simplemente dejan de ser lo que te habías esperado. Aquello que habías imaginado junto a esa persona resulto ser con suerte felicidad inesperada aunque en otros casos la triste decepción de ver cómo se va resquebrajando tu relación como un débil e indefenso cristal que se rompe sin saber como ha ocurrido o quién es el culpable.

Puede que lo mejor de no tener prejuicios sea no llevarte tantas decepciones como las que la vida te ofrece y te regala sin tener siquiera la opción de rechazarlos. A menudo lo deprimente que resulta una ruptura puede verse alimentado por la inesperada "sorpresa" de haber sido engañado por la apariencia, por la imagen falsa y vulnerable que te hizo creer en alguien, el cual tras una máscara de superficialidad mostró su aspecto más desconcertador aunque más realista a la vez.


Hoy los sueños dejaron de serlo, pasaron a ser historia, pero aquella historia cuyo recuerdo provoca tristeza y un vacío desalentador y por ello nadie quiere perpetuarla y acaba siendo olvidada. Por desgracia nos acordamos más del fin de los hechos que de como surgieron, nos importa más por qué acabaron que el simple hecho de haber finalizado.
Qué más da el culpable en un juicio en el que ninguna sentencia es justa, en la que el jurado está formado por los dos acusados que se pelean por un mísero perdón o por simplemente encontrar a quien condenar. La culpa queda igual repartida cuando ninguno se declara culpable de un delito del que ambos acabaron perjudicados.

Se puede arreglar aquello que se rompió pero no pretendas que sea el mismo que el del principio, porque que la experiencia de la que tanto se habla quizás tenga más importancia de la que se le había dado.
Quizás juegue un papel importante aunque desconozcas su identidad sabes que existe, sabes que aunque lo intentes nunca desaparecerá y solo cabe cuestionarse que es aquello que te hizo cambiar, lo más acertado que pude escuchar es aquello de que la experiencia no es más que un cumulo de errores, sin embargo, siempre he creído que la experiencia se encuentra en algo más profundo que en una serie de errores, se halla en las consecuencias que obtuviste de tus fallos, siendo el mayor fallo quizás el amor, el entregar lo que sabes que nunca recibirás, querer como sabes que nunca serás amado o simplemente llorar por lo que un día te hizo sonreír.

lunes, 28 de octubre de 2013

Soñadores con suerte.

Quizás sea una paranoia y no fue culpa mía pero como he dicho es solo eso...un "quizás".
La vida está llena de todo tipos de "quizás" y a lo largo de ella vamos siendo atropellados por esas pequeñas vacilaciones que un día podrían haber superado la impotencia de causar una lágrima, un suspiro o una sonrisa que para nada reflejaba la cruda realidad. La curiosidad no mató al gato, fue la incertidumbre, bueno...quizás. Una indecisión puede costarte pequeños placeres triviales como el beso que nunca te atreviste a dar, el "te quiero" que la aquella persona no llegó a escuchar o el tren que quizás debiste perder. Simplemente no creo que sea una paranoia, simplemente pienso en aquello que pudo ser y no fue, por mi culpa, por no tener la decisión para pedirla que no se fuera, que no abandonara, al mísero hombre que la amó sin saberlo. Arrepentirse es de cobardes y parafraseando a William S. "nuestras dudas son traidores que muchas veces nos hacen perder el bien que podríamos ganar si no temiéramos buscarlo"
Quien tiene la virtud para poderse atrever a cuestionar si reflexiono demasiado sobre temas como este? Últimamente siento la fría sensación de estar rodeado de mentes vacías, de cabezas alimentadas por un sin fin de drogas legales pero que quizás dañen más sueños que cualquier droga que una romántico pueda consumir. Somos incapaces de luchar por lo que queremos, y lo peor es que podemos llegar a perder algo que amabamos sin siquiera darnos cuenta, porque la vida no está hecha para soltar un puñado de quizás y esperar otra oportunidad de aquel que dejó de soñar hace muchas noches ya. Por eso recordar a veces es la forma de soñar de los más desafortunados y es en este momento de la noche en la que yo mismo, un servidor, tiene que enfrentarse a una de las más irracionales de las cuestiones, yo que recuerdo todo aquello que por un quizás no llego a ser real, soy un melancólico sin suerte o conservo la fortuna de poder soñar lo que hubiera sido dormir una noche más contigo...